Columna: El Cobro de Piso en Escuelas e Iglesias en México: Una Amenaza a la Seguridad y la Libertad
En los últimos años, el fenómeno del cobro de piso se ha extendido de manera preocupante en México, afectando no solo a negocios y comercios, sino también a instituciones sagradas como las iglesias y a espacios fundamentales para el desarrollo de la sociedad, como las escuelas. Esta práctica delictiva, que consiste en exigir un pago a cambio de protección o seguridad, ha generado un clima de temor y vulnerabilidad en diversos sectores de la sociedad.
El cobro de piso en escuelas e iglesias representa una afrenta a la libertad y la seguridad de las personas, así como un atentado directo contra los valores fundamentales de nuestra sociedad. En el caso de las escuelas, este flagelo no solo afecta a los estudiantes y al personal educativo, sino que también compromete el acceso a la educación, un derecho fundamental de todo individuo. La extorsión en el ámbito escolar no solo pone en riesgo la integridad física y emocional de los estudiantes, sino que también socava la misión educativa de formar ciudadanos íntegros y comprometidos con su comunidad.
Por otro lado, el cobro de piso en iglesias representa una amenaza a la libertad de culto y a la seguridad espiritual de los fieles. Los lugares de culto, que deberían ser espacios de paz y reflexión, se ven vulnerados por la presencia de grupos delictivos que buscan imponer su ley a través de la extorsión. Esta situación no solo atenta contra la fe y la tranquilidad de los creyentes, sino que también pone en riesgo la integridad de quienes acuden en busca de consuelo y orientación espiritual.
Ante esta alarmante realidad, es imperativo que las autoridades competentes tomen medidas contundentes para erradicar el cobro de piso en escuelas e iglesias y garantizar la seguridad y la libertad de quienes forman parte de estas instituciones. La colaboración entre autoridades, sociedad civil y las propias instituciones es fundamental para combatir este flagelo y proteger los espacios que son pilares de nuestra sociedad.
Es necesario que se implementen estrategias integrales de prevención del delito, así como mecanismos de denuncia seguros y efectivos para erradicar esta práctica criminal. La educación, la concientización y el fortalecimiento de los lazos comunitarios son herramientas clave en la lucha contra el cobro de piso, que busca sembrar el miedo y la desconfianza en el tejido social.
En conclusión, el cobro de piso en escuelas e iglesias representa una grave amenaza a la seguridad, la libertad y la convivencia pacífica en México. Es responsabilidad de todos, desde las autoridades hasta la sociedad en su conjunto, unir esfuerzos para combatir este flagelo y preservar la integridad de nuestros espacios educativos y religiosos. Solo a través de la colaboración y el compromiso comunitario podremos construir un país donde la violencia y la extorsión no tengan cabida, y donde la libertad y la seguridad sean garantizadas para todos.
Por: [Nombre del Columnista]