Defensores Danza reflexiona sobre el cuidado ambiental en un espectáculo transdisciplinario
La coreografía Defensores es protagonizada por pueblos originarios de México y se presentará en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo del 12 al 15 de octubre 1387 Defensores, pieza transdisciplinaria dirigida por Caitlin Hutchins y a cargo de la agrupación Defensores Danza, se presentará en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo como parte de la temporada Memorias Corpóreas.
Este ciclo es presentado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Coordinación Nacional de Danza (CND).
A través de la danza, música original en vivo, zapateado, poesía, percusión corporal, canto y video, siete bailarines y dos músicos en escena representan en Defensores la lucha en favor del medio ambiente, protagonizada por pueblos originarios de México, así como por grupos indígenas alrededor del mundo. Sus funciones serán del jueves 12 al domingo 15 de octubre.
“Los pueblos originarios representan menos de 5% de la población del mundo, mientras protegen el 80% de su biodiversidad. México, un país considerado como “megadiverso” y rico en recursos naturales, es ahora el territorio más peligroso del mundo para defensores del medio ambiente por el extractivismo, la violencia y explotación que enfrentan”, indica la directora Caitlin Hutchins.
En esta pieza, el colectivo Defensores Danza honra a quienes están en resistencia ambiental activa y visibilizar su lucha, lo cual la compañía define como una manifestación de “artivismo” (arte que también es activismo) a favor de estos protectores del medio ambiente.
La creación de la obra Defensores inició cuando Hutchins tradujo un artículo de sociología acerca de resistencias en defensa de territorios mexicanos dirigidas por pueblos originarios, escrito por Mina Navarro (Benemérita Universidad Autónoma de Puebla).
Esto la llevó a conducir un proceso de investigación a través de instancias como la propia BUAP, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y el Centro Mexicano de Derechos Ambientales (Cemda).
