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El infanticidio en México y la trágica historia de Camila en Taxco, Guerrero

✍🏻 Jorge Alx. Cuevas.

La historia de Camila, la niña del municipio de Taxco, Guerrero, nos confronta con una realidad brutal y desgarradora: el infanticidio, una de las formas más extremas de violencia contra los niños en México. Camila, con apenas 8 años de edad, ha sido víctima de un acto de violencia incomprensible, un acto que nos cuestiona como sociedad y como seres humanos.

El infanticidio es un fenómeno devastador que arrebata la vida de los más inocentes, de aquellos que deberían ser protegidos y cuidados con amor y ternura. Sin embargo, en México, esta cruel realidad se repite una y otra vez, dejando en su estela un rastro de dolor, sufrimiento y tragedia.

El caso de Camila es solo una muestra más de la violencia que sufren miles de niños en nuestro país, una violencia que no distingue edad, género o condición social. Detrás de cada cifra de infanticidio hay una historia de vida truncada, de sueños rotos, de esperanzas perdidas.

Es urgente que como sociedad tomemos conciencia de la gravedad de este problema y nos comprometamos a combatirlo de manera contundente. Es necesario que las autoridades refuercen las medidas de protección a la infancia, que se implementen políticas públicas efectivas para prevenir y erradicar el infanticidio.

Camila merece justicia, merece que su historia no sea olvidada, que su memoria sea honrada con acciones concretas que eviten que otras niñas y niños sufran el mismo destino trágico. No podemos permitir que el infanticidio siga cobrando vidas inocentes en nuestro país, es nuestra responsabilidad como sociedad detener esta barbarie y proteger a los más vulnerables.

La historia de Camila nos duele, nos indigna, nos conmueve. Su voz, silenciada por la violencia, debe resonar en nuestras conciencias y motivarnos a actuar en contra del infanticidio en México. No podemos quedarnos indiferentes ante esta realidad tan dolorosa y urgente. Camila, y todos los niños y niñas que han sido víctimas de infanticidio, merecen justicia, paz y un futuro libre de violencia.