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Incumplimiento de Leyes Electorales en la Propaganda Política: Un Desafío para el Respeto al Entorno Natural y Cultural

• En municipios lejos de la urbanidad romplen las reglas, Foto tomada en Otilpan, Municipio de Tlalnelhuayocan

En medio de la fiebre electoral que se vive en el país, los partidos políticos parecen estar cegados por su afán de promoción, sin respetar las leyes que regulan la propaganda electoral y el cuidado del entorno natural y cultural. El artículo 403 del Código de Instituciones y Procedimientos Electorales establece claramente las reglas que deben seguir los partidos, coaliciones y candidatos en cuanto a la colocación de propaganda electoral, prohibiendo expresamente su presencia en monumentos históricos, arqueológicos, artísticos, construcciones de valor cultural, árboles, arbustos y edificios públicos.

Asimismo, el artículo 400 de dicho ordenamiento destaca la importancia de que toda la propaganda electoral impresa sea reciclable, fabricada con materiales biodegradables y libres de sustancias tóxicas o nocivas para la salud y el medio ambiente. Estas disposiciones buscan garantizar que la propaganda política no genere impactos negativos en el entorno ni contribuya a la contaminación ambiental.

Por otro lado, la Ley de Publicidad Exterior, en su artículo 13, prohíbe de manera tajante la colocación de propaganda política en cerros, rocas, árboles, bordes de ríos, lomas, laderas, bosques, lagos u otras formaciones naturales. Esta disposición busca preservar la integridad y la belleza de los entornos naturales, evitando la degradación visual y ambiental causada por la proliferación descontrolada de propaganda política.

El incumplimiento de estas leyes electorales por parte de los partidos políticos es un desafío para el respeto y la conservación del patrimonio cultural y natural de nuestro país. La saturación de espacios públicos y entornos naturales con propaganda política no solo atenta contra la estética y la armonía de nuestros paisajes, sino que también representa una falta de consideración hacia la importancia de preservar y valorar nuestro legado histórico y ambiental.

Es fundamental que los partidos políticos asuman su responsabilidad y respeten las leyes electorales en materia de propaganda, garantizando un ejercicio democrático que sea compatible con el cuidado del patrimonio cultural y natural de México. La conciencia y el compromiso con la preservación de nuestro entorno deben estar por encima de intereses partidistas y electorales, en aras de construir un país más justo, equitativo y sostenible para las presentes y futuras generaciones.