POLICIACA

Menores de edad secuestran a adolescente y amenazan con cortarle dedo si no pagan 10 mil de rescate.

Miércoles, 14 de abril del 2021

Los secuestradores lo tenían cautivo en una vecindad de la colonia 20 de noviembre y lo amenazaron con cortarle un dedo si su mamá no les daba 10 mil pesos. Agentes de la la Secretaria de Seguridad Ciudadana (SSC) rescataron a un adolescente de 16 años secuestrado por cuatro menores de edad.

Según las primeras indagatorias, la víctima sería “Diego” un adolescente que trabajaba con su mamá en un puesto donde vendían fundas para celulares en el mercado de San Cosme. Los hechos habrían ocurrido el pasado 7 de abril cuando cuatro menores; dos de 16, uno de 16 y otro de 17 años llegaron en dos motocicletas, una Italika y una KTM.

Ahí subieron a la víctima en la moto bajo amenazas. Le taparon el rostro con la gorra de su chamarra y lo llevaron a la vecindad donde le quitaron su dinero y teléfono para llamar a su mamá. La mujer acudió a la Fiscalía en Cuauhtémoc para denunciar el secuestro de su hijo.

Mientras los policías patrullaban en la colonia 20 de noviembre, un grupo de vecinos los alertaron y reportaron que un grupo de jóvenes estaba golpeando a otro. Los uniformados ingresaron al lugar y encontraron a los menores y a la víctima.

Así, los presuntos secuestradores fueron puestos a disposición de las autoridades de la Ciudad de México.

De acuerdo con la ONG Alto al Secuestro, México disminuyó un 10.5% mensual en febrero al registrar 110 casos frente a los 123 de enero de 2021. También incrementó el número de carpetas de investigación iniciadas pasando de 85 a 86.

Además la cifra de detenidos relacionados con el delito de secuestro en México aumento un 2%, con un total de 100 en comparación con los 98 presuntos responsables aprehendidos en enero.

¿Qué hacer con los menores que cometen delitos?

Los niños que torturan, asesinan o violan son un tema muy controversial, porque en Alemania un individuo menor a de 14 años no se le puede imputar culpabilidad según la ley y, por lo tanto, no puede ser condenado penalmente. Después de que se supiera que tres niños de 14 y dos de 12 años presuntamente violaran a una mujer en Mülheim an der Ruhr, se ha encendido el debate sobre reducir nuevamente la edad de responsabilidad penal. Pero ¿es ese el camino? ¿Los niños que han cometido delitos en Alemania realmente se libran de consecuencias? ¿Qué ocurre con los delincuentes juveniles que ya han alcanzado la edad de responsabilidad penal?

De acuerdo con el artículo 19 del Código Penal de Alemania, quien no haya cumplido 14 años de edad no puede asumir la responsabilidad por delitos cometidos Esto significa que ni siquiera entra en cuestión si una persona podría ser culpable en un caso particular. Sin embargo, la exclusión de las medidas penales no significa que los autores menores de 14 años no tengan que temer ninguna consecuencia.

Los menores de 14 años pueden ser considerados responsables en virtud del derecho civil y deben pagar una indemnización por el dolor y el sufrimiento o por los daños causados por sus acciones. Esto en vista de que en el derecho civil, que regula las relaciones jurídicas entre las personas, los límites de edad están escalonadas de manera diferente y no coinciden con el derecho penal. A partir del séptimo año de vida puede ser que un niño sea responsable de un daño causado por él. Esto refiere a casos en los que el niño entiende que actuó, en el momento del delito, de manera perjudicial. Si no se puede hacer responsable al niño, existe la posibilidad de que los padres tengan que responder. Son responsables si han violado su deber de supervisión. En el caso de la presunta violación de Mülheim, por ejemplo, los padres de los niños podrían tener que pagar los gastos de tratamiento y terapia de la víctima.

De hecho, en el marco de la atención a la infancia y la juventud, se puede ordenar medidas y asistencia para la crianza bajo la supervisión de la oficina de asistencia juvenil. También es posible, en determinadas condiciones, que se prive a los padres de la custodia del niño que ha cometido el delito y que el niño sea colocado en una familia de acogida o en un hogar de menores. Si un experto determina que existe un trastorno mental, el juez puede, en casos graves, ordenar que el niño sea colocado en un pabellón psiquiátrico para niños y adolescentes. Se trataría de una pena privativa de libertad ordenada por el tribunal, aunque el objetivo no es en absoluto el castigo, sino la terapia para el menor en cuestión.

En general, la legislación considera que los jóvenes mayores de 14 años ya tienen una visión general suficiente tanto para medir las consecuencias de sus actos, como para asumir la responsabilidad penal por ellos. No en virtud del derecho penal general, pero sí en virtud del derecho penal juvenil menos severo. Sin embargo el objetivo educativo sigue en primer plano. Aunque las penas de prisión también son posibles dentro de este marco, son considerablemente más bajas que las de los adultos.

Además, o en su lugar, se pueden ordenar medidas educativas tales como el trabajo en la comunidad y medidas de seguridad: en el caso de delitos sexuales graves, por ejemplo, puede llevar hasta la detención preventiva. El derecho penal de menores se aplica a las personas de hasta 17 años de edad, y en caso de duda también a las personas de hasta 21 años de edad. La posibilidad de recibir una condena civil y de medidas de bienestar de los niños y los jóvenes, se mantiene existente.

¿Tiene sentido aplicar el derecho penal a partir de los 14 años?

El límite de edad de 14 años no está justificado científicamente, sino que es una determinación jurídico-política de la legislación. En otros países, los niños y adolescentes son a veces considerados culpables antes (en el Reino Unido a a los diez años) o después (en Portugal recién a los 16 años). Naciones Unidas recomienda que la edad mínima de responsabilidad penal no sea inferior a los 12 años.

Quien ahora pide que se reduzca la edad de responsabilidad penal debería tener en cuenta una cosa: no importa dónde se encuentre este límite, siempre habrá casos que lleven a resultados que parecen injustos a los ojos del público. Además, hay pocas pruebas de que una mayor criminalización reduciría el número de delitos cometidos por jóvenes. Los beneficios sociales del «encierro», especialmente para los jóvenes, también son polémicos.