NACIONAL

“Romper techo de cristal” para incrementar participación de las mujeres en empresas, insisten en Senado

  • G100 ofrece conferencia “Hacia el Empoderamiento de la Mujer con Responsabilidad Social”. 

El Grupo de las 100 Mujeres Líderes Globales, G100, ofreció esta mañana en el Senado de la República una serie de conferencias con destacadas empresarias y empresarios, a fin de compartir propuestas para crear ambientes igualitarios, progresivos e inclusivos para las mujeres en los ambientes laborales.

“Hacia el Empoderamiento de la Mujer con Responsabilidad Social” fue la temática de este encuentro al que convocó el senador Eruviel Ávila Villegas, del PVEM, en donde participaron representantes de Tesla México, Grupo Indi, la Confederación de Cámaras Industriales de México, Concamin, BlackRock, y Nader Hayaux & Goebel, entre otras compañías nacionales y trasnacionales.

Recordaron que en México la brecha salarial entre hombres y mujeres es del 14 por ciento, y se dispara hasta 22 por ciento en industrias como la de la construcción, mientras que la participación de ellas está muy reducida en puestos directivos y consejos administrativos, pues se tiene el dato que sólo ocho por ciento tiene presencia en estos niveles.

Buena parte de esto se debe al llamado “techo de cristal”, metáfora con la que se explican las barreras invisibles que impiden el crecimiento de la mujer en los espacios laborales, como sesgos inconscientes, modelos culturales o políticas empresariales, entre otras que privilegian el avance del género masculino por encima del femenino.

Para “romper este techo de cristal”, subrayó Vanessa Franyutti, socia de la firma Nader, Hayaux & Goebel, se requiere primeramente reconocerlo y “no tener miedo de romperlo”, además de que colaboren en esto los hombres y que sean conscientes de que debe haber roles compartidos, como en las cargas de trabajo, por ejemplo.

Por otra parte, cobra relevancia que las empresas vean la conveniencia de aumentar la inclusión de la mujer en su fuerza de trabajo, no sólo por el lado moral, sino por los beneficios comprobados que esta política laboral tiene: bajos índices de rotación, incremento en la innovación y mayor orden en los procesos de producción, entre otros.

A no hacer que esta inclusión femenina sea natural en las empresas, “nos estaríamos perdiendo de un gran progreso”, coincidieron las y los ponentes.

Otro punto muy relevante, sostuvieron, es crear ambientes laborales seguros y respetuosos para la mujer, porque eso motiva a que permanezcan en la empresa, quieran crecer y busquen prepararse para desempeñar mejor sus encomiendas.