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Claudia Sheimbaum: Tiempo de Decisión. México Libre o Permanecer bajo la sombra?

Por Jorge Alx. Cuevas

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, enfrenta un desafío monumental con el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. La relación entre ambos países, que había estado marcada por la diplomacia y la cooperación, ahora se encuentra amenazada por las imposiciones y los caprichos de un líder que no ha dudado en utilizar su poder para dictar condiciones. La amenaza de aranceles a países como Canadá, China y México no solo complica el comercio internacional, sino que también plantea interrogantes sobre la soberanía y la independencia de nuestra nación.

Trump ha presentado argumentos que, aunque en ocasiones tienen un trasfondo lógico, como la contención de la inmigración y la crítica a la inacción de México frente al narcotráfico, se transforman rápidamente en medidas extremas que deshumanizan a los inmigrantes y afectan a comunidades enteras. Su retórica sobre la ideología de género y la limitación de derechos para grupos LGTB muestra razón al querer frenar los caprichos excéntricos de ciertos sectores, pero también corre el riesgo de vulnerar la integridad de sus miembros, algo que Trump parece ignorar deliberadamente.

La pregunta que se plantea es: ¿qué rumbo seguirá México en este contexto? ¿Permitiremos que Donald Trump actúe a su antojo, solo por ser el presidente de la primera potencia económica? Sheinbaum ha dejado claro que no cederá, reafirmando que México es un país soberano y que no se someterá a las exigencias de un líder que busca imponer su agenda a costa de la dignidad de otros. Esta postura podría posicionar a México como un líder en la oposición a las políticas estadounidenses y en la defensa de los derechos humanos, convirtiéndose en referente para países de izquierda como Argentina y Bolivia, que también enfrentan desafíos similares ante el avance del conservadurismo.

No obstante, este desafío implica riesgos considerables. Desvincularse de Estados Unidos y reorganizar el comercio exterior de forma independiente podría ser una jugada audaz, pero también peligrosa. La presidenta necesita el apoyo de todos los sectores, incluida la oposición, para fortalecer la unidad nacional. Si el país decide alzar la voz y afirmar que «con México no se juega», es imperativo que la oposición se una en este esfuerzo, respaldando a Sheinbaum en la defensa de los intereses del país. La decisión que se tome en este cruce de caminos no solo definirá el futuro de México como un líder en Latinoamérica, sino que también determinará si nos quedamos a la sombra de Estados Unidos. La presidenta debe contar con el respaldo de todos los mexicanos, sin importar su filosofía política, ya sea de derecha, centro o izquierda, porque, al final del día, es quien nos representa y, aunque las circunstancias se compliquen, es fundamental que la apoyemos en su decisión.