NACIONALPOLICIACA

¿Cómo que un avionazo y todos sobreviven? ¿Qué evitó la tragedia en Durango? En gran medida, un hombre: el piloto

Que las aeronaves son más robustas, es cierto; que se aplicaron y funcionaron protocolos, también; que la operación de rescate fue oportuna, todos lo aplauden; que el personal estaba entrenado y respondió, mil gracias. Pero el piloto, que mantuvo la verticalidad de la nave, permitió que un accidente trágico tuviera un final feliz.

Ciudad de México, 1 de agosto (SinEmbargo).– Un poco de todo permitió que el accidente del avión XA-GAL de Aeroméxico no arrojara pérdidas humanas. Los 101 que iban a bordo salvaron la vida. Lo podrán contar como su gran experiencia; una terrible pero con final feliz.

Influyó que las aeronaves hoy son más robustas. El investigador de seguridad aérea Adrian Young, de la consultora holandesa To70, dijo a AP que las tasas de supervivencia en las caídas “son más altas que nunca” debido en parte a que los “aviones son más fuertes que nunca”.

Influyó el entrenamiento del personal. “La oportuna actuación de tripulación y pasajeros evitó pérdida de vidas humanas”, dijo este miércoles Aeroméxico en una rueda de prensa. La operación de rescate fue rápida y los protocolos funcionaron.

Influyó la actuación rápida de las autoridades en el rescate, también. El avión se incendió a los segundos de haber caído porque sufrió enormes daños. El viento zarandeó la nave provocando que descendiera “bruscamente” y tocara tierra con el ala izquierda. “Se desprendieron los dos motores de la aeronave” y el avión “se proyectó fuera de la pista, desplazándose sobre el terreno y quedándose aproximadamente a 300 metros de la zona de aterrizaje”, dijo el Gobernador de Durango, José Rosas Aispuro.

Pero, sobre todo, influyó un buen piloto. En eso coinciden todos: autoridades, empresa y testigos.

UN PILOTO SALVAVIDAS

Se llama Carlos Galván Mayrán. Es piloto. Se graduó del Colegio de Pilotos Aviadores de México A.C; ayer llevó lo que aprendió a otro nivel. A las 15:30 horas intentó abandonar el aeropuerto internacional Guadalupe Victoria, pero una ráfaga de viento no se lo permitió.

El avión descendió y chocó con el suelo. Dos motores se desprendieron y la aeronave se desplazó fuera de la pista. Galván Mayrán fue clave para salvar a todos. 

“La destreza del piloto durante la maniobra de emergencia –la nave nunca perdió la horizontalidad–, el rápido acceso de los bomberos al lugar del siniestro y la activación de los dispositivos de evacuación fueron claves”, escribe hoy el diario El País. Y apuntala con información de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA): 

“El avión iba despegando y hubo una condición en donde el piloto decidió quedarse en la pista. Hay una diversidad de posibilidades que pueden generar el aborto de despegue como una falla de motor, un viento arrochado o la falla de otro sistema como el hidráulico o eléctrico. Los pilotos hicieron todo lo que estaba en sus adiestramientos para efectuar una maniobra de este tipo con la mayor seguridad posible”.