ROBAN CON VIOLENCIA DOMICILIO DE COMUNICADOR XALAPEÑO

**El principal móvil habría sido sustraer las herramientas de trabajo del periodista.

Xalapa, Ver., 07 enero.- La delincuencia no siempre es común, a veces actúa con objetivos muy concretos, tal es el caso del allanamiento ocurrido en la vivienda del comunicador y columnista Christopher Rodríguez ocurrido la madrugada de este domingo, cuando después de un día de trabajo, como cualquier otro, salió de su domicilio a disfrutar una noche de sábado.

Sin embargo, al volver, encontró vidrios rotos y una puerta abierta, misma por la que habrían ingresado con violencia personas con un solo objetivo, sustraer sus herramientas de trabajo, pues, pese a que en el domicilio se encontraban pantallas, joyería, entre otros artículos de valor, los perpetradores se limitaron a desconectar con todo cuidado el equipo de cómputo y el teléfono móvil que eran utilizados para recopilar, redactar y difundir noticias.

El comunicador es conocido por sus columnas de opinión en las cuales expresa de manera cruda y realista la situación de inseguridad e impunidad que se vive en nuestro estado, y aunque manteniéndose objetivo, es claro que incomoda a más de uno.

Además de lo mencionado, los perpetradores también habrían robado documentos de carácter personal, como credenciales e identificaciones. Nada más se llevaron, nada más buscaron, así, sin desorden, sin escándalo, dejando incluso una cadena de oro y un reloj marca Rolex en el escritorio del que tomaron su botín, lo que a todos nos deja una inevitable duda ¿Se trató de un simple robo?

Hoy la comunidad de los medios de comunicación ya no vive tranquila, pues aunque sea poético, es cada vez más difícil combatir espadas con una pluma.

Se espera que las autoridades tomen cartas en el asunto y actúen de manera oportuna, hoy un comunicador está siendo silenciado arrebatándole su equipo y apoderándose de sus documentos, pero muchas veces, somos silenciados de maneras más tajantes y permanentes, esperemos en Dios, ese no sea el desenlace de esta historia,