COLABORACIONESCOLUMNAS

«Pensamiento en el tiempo» Max Weber Por: José Alfredo Riverón Mora.

Max Weber (Erfurt, Prusia, 1864 – Múnich, Baviera, 1920) Era hijo de un jurista y político destacado del Partido Liberal Nacional en la época de Bismarck. Estudió en las universidades de Heidelberg, Berlín y Gotinga, interesándose especialmente por el Derecho, la Historia y la Economía.

Las primeras investigaciones de Max Weber versaron sobre temas económicos, algunas de ellas realizadas por cuenta de los intelectuales reformistas conocidos como «socialistas de cátedra». Desde 1893 fue catedrático en varias universidades alemanas, fundamentalmente en Heidelberg, salvo los años 1898-1906, dejó la enseñanza para dedicarse a viajar y a investigar.

En 1909 fundó la Asociación Sociológica Alemana. Fue un gran renovador de las ciencias sociales en varios aspectos, incluyendo la metodología: a diferencia de los precursores de la sociología, el consolida como ciencia social a la Sociología. Weber comprendió que el método de estas disciplinas no podía ser una mera imitación de los empleados por las ciencias físicas y naturales, dado que en los asuntos sociales intervienen individuos con conciencia, voluntad e intenciones que es preciso comprender. Propuso el método de los tipos ideales, categorías subjetivas que describen la intencionalidad de los agentes sociales mediante casos extremos, puros y exentos de ambigüedad, aunque tales casos no se hayan dado nunca en la realidad; método por analogías y estadística. Lo fundamental es que inicia un proceso científico de las ciencias sociales sin imitar a las ciencias exactas, dándoles dimensión e importancia al ser humano en su conjunto. Claro: en su conjunto, en sociedad.

Weber puso así los fundamentos del método de trabajo de la sociología moderna -y de todas las ciencias sociales-, a base de construir modelos teóricos que centren el análisis y la discusión sobre conceptos rigurosos.

El primer fruto de la aplicación de este método fue la obra de Weber sobre La ética protestante y el espíritu del capitalismo (1905); trabajando sobre los tipos ideales de la “burguesía”, la “ética protestante” y el “capitalismo industrial”, estudió la moral que proponían algunas sectas calvinistas de los siglos XVI y XVII para mostrar que la reforma protestante habría creado en algunos países occidentales una cultura social más favorable al desarrollo económico capitalista que la predominante en los países católicos.

El estudio de la ética y la moral, es el estudio científico del bien y del mal inherente al ser humano en su conjunto, conducta social.

En términos generales, puede decirse que Weber se esforzó por comprender las interrelaciones de todos los factores que confluyen en la construcción de una estructura social; y en particular reivindicó la importancia de los elementos culturales y las mentalidades colectivas en la evolución histórica, rechazando la exclusiva determinación económica defendida por Marx y Engels.

Frente a la prioridad de la lucha de clases como motor de la historia en el pensamiento marxista, Weber prestó más atención a la racionalización como clave del desarrollo de la civilización occidental, a un desarrollo mas científico-social, que se manifiesta de hecho en las estructuras burocráticas, que en muchos casos logran el poder político.

Es la democracia en la práctica el intento de coordinar las diferentes perspectivas de la sociedad; la racionalidad científica plasmada en los ordenamientos en la búsqueda del equilibrio -justicia- con igualdad y libertad.

Todos estos temas aparecen en su obra póstuma Economía y Sociedad (1922). Políticamente, Weber fue un liberal democrático y reformista, que contribuyó a fundar el Partido Demócrata Alemán. Criticó los objetivos expansionistas de su país durante la Primera Guerra Mundial (1914-18).

Después de la derrota adquirió influencia política como miembro del comité de expertos que acudió en representación del gobierno alemán a la Conferencia de Paz de París (1918) y como colaborador de Hugo Preuss en la redacción de la Constitución republicana de Weimar (1919).

Max Weber, si bien no es un autor popular es muy apreciado en los medios intelectuales, de la politología, la sociología y la economía, su aportación a las bases científicas y al pensamiento lo hacen un personaje muy influyente en la época actual, que nos conduce al concepto de Justicia Social.
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